Bienvenida realidad

Soy un amante de la rutina, amo hacer lo mismo siempre y bien, pero el trabajo desde la casa simplemente me tiene trastocado. Me levanto tratando de no ver el rincón de mi pieza donde está el escritorio, me lavo, hago algo rápido para el desayuno o simplemente preparo un mate y me encierro nuevamente en la pieza y, eso sí, mirando fijamente el escritorio al prender el computador. Esto es de lunes a viernes sagradamente.

A mis colegas les pasa algo similar y en ciertas ocasiones, como si implícitamente nos hubiéramos puesto de acuerdo, en nuestras reuniones nos quejamos de la rutina y el horario tan disperso. Que todas estas reuniones se podría haber perfectamente evitado con un simple correo y que, como no estamos en la oficina, la hora de almuerzo sí o sí se le debe sumar la hora de cocinar.

Mi mente se divide en dos al tratar de autoconvencerme que esto es un beneficio que tienes en el trabajo, pero no, lo siento, no puedo.

Ojalá salga pronta la nueva vacuna y que los medios no me sigan bombardeando con la “nueva realidad”.

Publicado por

Ariel

Periodista licenciado en Comunicación Social. No puedo seguir presentándome, soy impresentable.

Deja un comentario